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¿Qué es un activo digital?
Es exactamente lo que parece: algo digital valioso para tu negocio.
Tus “activos digitales” incluirán una amplia gama de contenido, desde una imagen individual hasta una página web completa, documentación de capacitación o incluso un informe de pérdidas y ganancias.
La mayoría de nosotros trabajamos con archivos digitales todos los días. Puede haber miles, si no millones, de archivos diferentes que necesita para mantener tu negocio en funcionamiento.
Imagina que hace unos meses, tu equipo publicó un nuevo contenido sobre tu producto. por lo que debe actualizar el activo en consecuencia.
Tu ya estás listo para compartirlo con el mundo pero ohhhh ohhhh. no tienes idea de las contraseñas, el web master no te contesta y no sabes como ingresar a las redes sociales del corporativo…..
No conoces todos los lugares donde se publicó la versión anterior.
Entonces… ¿a dónde subes el nuevo contenido?
Si ese escenario te suena familiar, no está solo. Eres uno de los miles de empresarios que necesitan un sistema de gestión de activos digitales,
UN DAM, (digital asset management system en inglés) resuelve este problema (y muchos otros) al mantener todos sus activos digitales organizados y visibles.
Continúa leyendo para obtener más información sobre los sistemas de gestión de activos digitales (DAM), quién debería usarlos y cómo funcionan.
Pero no todos los archivos digitales son un activo.
Piensa en la palabra «activo»: en contexto común, significa «algo útil o valioso». Tus activos digitales, de manera similar, tienen un valor inherente para tu organización… razón por la cual te preocupa administrarlos.
Mientras realizas un inventario de los activos digitales de tu organización, aquí hay una lista de tipos de activos comunes para comenzar:
- Logotipos.
- Imágenes y guías de estilo que conforman tu marca visual.
- Presentaciones de ventas, hojas de datos y estudios de casos que permiten sus conversaciones de ventas.
- Contenido de marketing como publicaciones de blogs, micrositios y documentos técnicos que contextualizan su oferta.
- Vídeos.
- Fotografías y archivos de audio que muestran sus productos.
- Páginas web.
- Redes sociales.
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